jueves, 28 de junio de 2012

Criadero modelo de Cerdos; Una realidad Cooperativa.



Cómo es el campo que inaugurará Cristina Fernández de Kirchner

Se trata de una inversión de $116.316.000 que realizó el año pasado la santafesina ACA para construir el primer criadero modelo de cerdos del país.
El establecimiento se llama "Yanquetruz" en homenaje al valiente lonko ranquel, un nombre sugerido por el entonces gobernador Alberto Rodríguez Saá cuando la cooperativa le anunció su emprendimiento.
Llegaron por avión desde Brasil. Unas 1.300 cerdas especiales poblaron dos naves de 192 metros de largo por 28 de ancho cada una, ubicadas en el campo cerca de Alzogaray, sobre la ruta 2, a unos 30 kilómetros al noroeste de Villa Mercedes.
En las mejores condiciones de aislamiento desarrollaron el primer predio cuarentenario de importación, ya que este emprendimiento nació con reproductores importados, con el mayor estándar de sanidad y calidad que se puede exigir. “Para eso necesitábamos tener una garantía de que podíamos lograr esa calidad y sanidad y por ello decidimos construir el predio de cuarentena para evitar hacerla en el que SENASA tiene en Buenos Aires para no exponerlos a contagios de otros animales", explicó Aníbal Salvá, cuando en abril de 2011 El Diario presenció el descubrimiento de la piedra fundamental.
Salvá es gerente general de Alimentos Magros, un frigorífico porcino radicado en Justiniano Pose, Córdoba, perteneciente a la ACA y con cuyos cortes elabora producto elaborados y semielaborados envasados al vació y comercializados con la marca Magret.
En la primera etapa Yanquetruz tendrá 1.300 madres en producción para lograr capones de 120 kilos mediante el sistema norteamericano "win to finish" que en Argentina será el primero y que consiste en una gran sala de maternidad donde se hace la cría.
A los 30 días de vida trasladan el lechón a otra nave ubicada a 800 metros de las madres, donde permanece hasta lograr el peso buscado, para luego trasladarlos al frigorífico propio de Córdoba. Los animales desde el mes de vida permanecen por 157 días en salas aclimatadas con los más altos niveles de exigencias de calidad, tratados bajo estrictas normas de “bienestar animal”, alimentos, temperatura y humedad ambiente adecuadas permanentes.
No tienen contacto con el exterior: el aire es filtrado, atemperado y purificado. También apostaron a importar el mayor nivel de genética. Se trata de un cerdo de características magras, muy demandadas hoy en los grandes mercados.
Esta primera etapa contempla el engorde de capones para faena y consumo interno. En el segundo paso prevén llegar a 2.600 madres y en el tercer escalón, al que llegarán en cinco años, una cinco mil hembras en producción, lo que los obligará a buscar clientes en el exterior.
La elección de San Luis para tan delicado emprendimiento lo explicó Salvá: "Si poníamos este criadero cerca del frigorífico, en Justiniano Pose, no teníamos garantía de sanidad porque es zona con mucho tránsito de animales y de personas. Si lo poníamos lejos de la planta de faena, aparecen los problemas de costos, pero privilegiamos el beneficio que nos brinda San Luis con la garantía de bioseguridad".
No prevén problemas con la provisión de materias primas porque la provincia produce granos de calidad y suficiente para abastecerlos, básicamente con maíz y subproductos de la soja, a los que les agregarán núcleos alimenticios que la misma cooperativa fabrica para completar la dieta de los cerdos.
Este esquema de producción en establo requiere inicialmente de unas 20 personas hasta llegar a ochenta empleados permanentes en el mediano plazo, de las cuales un 85 por ciento son habitantes de la zona, a los que se los capacitó. En los espacios de gestación y maternidad, la pared oeste de las naves lleva “paneles evaporativos” por los que circula agua para enfriar el aire caliente del exterior en verano, mientras que en el este habrá extractores que funcionarán de acuerdo a un sensor que garantiza la temperatura estable dentro de la sala.
Este es considerado un emprendimiento señero en el cuidado de los trabajadores, del medio ambiente, del bienestar animal e integrado a la producción de energías renovables sin emisión de gases de efecto invernadero.
ACA es una cooperativa de cooperativas fundada el 16 de febrero de 1922. Con sede central en la ciudad de Buenos Aires, reúne a 160 cooperativas de primer grado de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y La Pampa. Con sucursales en Rosario, Bahía Blanca, Córdoba, Tres Arroyos, Necochea, Pergamino, Santa Fe, Junín, General Pico y Paraná, tiene presencia en las principales ciudades del país.

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