La dirigencia Cooperativa en su laberinto
Se sabía, se intuía, se infería. El pensamiento político del Gobierno Nacional a partir del 10/12/2015, estaba en las antípodas de las instituciones de la Economía Social y Solidaria. Nadie debe sorprenderse. Si alguna nota toman de la existencia del Cooperativismo, es cuando éste demuestra su capacidad de competir con las empresas auspiciantes.
Sobrados ejemplos hay a lo largo de la historia para demostrar en los hechos de que esto no es una afirmación carente de sustento, y en reiteradas ocasiones me he referido a ellas en este blog para andar cansando a la gente con referencias que pueden encontrar revisando un poco.
El cooperativismo "tradicional" se hizo conservador (no los culpo; habían construido mucho a través de los años: tenían algo legítimo para conservar).
El Cooperativismo Agrario, había logrado llegar a los puertos, y en 2014/2015 llegar a encabezar el ranking de exportadores de trigo. No era poca cosa. El Estado Nacional hacía lo suyo, con la adjudicación preferencial de los permisos de exportación (ROE Verde) permitiendo así que el cooperativismo agrario demostrara todo su potencial.
El Cooperativismo de Consumo, ya perdido en el tiempo el fallido de El Hogar Obrero, con la Cooperativa Obrera de Bahía Blanca en constante expansión marcaba el paso del consumo en una muy importante zona del país.
El Cooperativismo de Servicios Públicos expandía sus servicios. Electricidad, (urbana y rural) gas, telefonía, fibra óptica, aguas corrientes, cloacas, y toda una serie de servicios conexos a sus asociados en lugares donde ninguna empresa nacional o multinacional estaría dispuesta a invertir un solo peso.
Y todo así. Paralelamente a esto se fue conformando una especie de "burocracia dirigencial" donde aparecían rubros como "compensación de gastos" y "viáticos" hacian lentamente un medio de vida el ser dirigente de Cooperativas de Primero, Segundo y Tercer grado. Aqui tambien había "algo para conservar".
La crisis de 2001/2002 dio visibilidad a una rama del Cooperativismo, que hasta entonces había sido casi solo una curiosidad teórica. El Cooperativismo de Trabajo, al que apelaron trabajadores cuyas empresas habían cerrado sus puertas. También aquí el gobierno de entonces puso sus fichas, facilitando trámites, y apoyando esos esfuerzos. Al desaparecer en 2007 los llamados "planes trabajar" se promovió el Plan "Argentina Trabaja" donde se formaban cooperativas con desocupados, a los que se capacitaba en distintas habilidades laborales, al mismo tiempo que se los capacitaba para dirigir y administrar esos emprendimientos cooperativos.
Construcción de viviendas, tendido de redes de agua y cloacas, limpieza y conservacion de arroyos y desagües, trajeron una sorpresa; las obras publicas confiadas a Cooperativas de "Argentina Trabaja" tenían para el Estado un ahorro de un 10% y mas, en el costo de la obra.
Este crecimiento del Cooperativismo de Trabajo era mirado con recelo por el aburguesado Cooperativismo tradicional, ya olvidado de sus orígenes de necesidades y luchas contra los monopolios. Tambien era mirado con recelo por los "vividores del cooperativismo", contadores, abogados, licenciados, que se autoconsideraban depositarios del conocimiento y la doctrina, que administraban previo pago de honorarios. No todos, pero unos cuantos....
Así el Cooperativismo Tradicional militó con entusiasmo el "cambio" que finalmente vino el 2015.
Hoy los vemos quejarse amargamente de ser ignorados por aquellos que siempre los ignoraron. Los tarifazos en un primer momento los entusiasmaron, ya que aparentaban ser una herramienta para recomponer el capital de las Cooperativas de Servicios Publicos, sin reparar que no existen cooperativas ricas con socios pobres. Pasado ese primer entusiasmo hoy se enfrentan a la dura realidad.
ConInAgro, "descubre" que las economías regionales están en quiebra, y que la integración vertical de las grandes exportadoras con los pool de siembra mas la devaluación están terminando con los pocos chacareros que subsisten, chacareros que fueron el fundamento y razón de ser del Cooperativismo Agrario.
Yo creo que el Cooperativismo Argentino, debe definir que modelo de país quiere (o queremos los cooperativistas). Autoridad tenemos. Aunque el Gobierno no acuse recibo de que el máximo organismo del Cooperativismo mundial, la ACI sea presidida por un Argentino, que no es poca cosa.
De los laberintos se sale por arriba....
Antonio (el Mayolero)
Sobrados ejemplos hay a lo largo de la historia para demostrar en los hechos de que esto no es una afirmación carente de sustento, y en reiteradas ocasiones me he referido a ellas en este blog para andar cansando a la gente con referencias que pueden encontrar revisando un poco.
El cooperativismo "tradicional" se hizo conservador (no los culpo; habían construido mucho a través de los años: tenían algo legítimo para conservar).
El Cooperativismo Agrario, había logrado llegar a los puertos, y en 2014/2015 llegar a encabezar el ranking de exportadores de trigo. No era poca cosa. El Estado Nacional hacía lo suyo, con la adjudicación preferencial de los permisos de exportación (ROE Verde) permitiendo así que el cooperativismo agrario demostrara todo su potencial.
El Cooperativismo de Consumo, ya perdido en el tiempo el fallido de El Hogar Obrero, con la Cooperativa Obrera de Bahía Blanca en constante expansión marcaba el paso del consumo en una muy importante zona del país.
El Cooperativismo de Servicios Públicos expandía sus servicios. Electricidad, (urbana y rural) gas, telefonía, fibra óptica, aguas corrientes, cloacas, y toda una serie de servicios conexos a sus asociados en lugares donde ninguna empresa nacional o multinacional estaría dispuesta a invertir un solo peso.
Y todo así. Paralelamente a esto se fue conformando una especie de "burocracia dirigencial" donde aparecían rubros como "compensación de gastos" y "viáticos" hacian lentamente un medio de vida el ser dirigente de Cooperativas de Primero, Segundo y Tercer grado. Aqui tambien había "algo para conservar".
La crisis de 2001/2002 dio visibilidad a una rama del Cooperativismo, que hasta entonces había sido casi solo una curiosidad teórica. El Cooperativismo de Trabajo, al que apelaron trabajadores cuyas empresas habían cerrado sus puertas. También aquí el gobierno de entonces puso sus fichas, facilitando trámites, y apoyando esos esfuerzos. Al desaparecer en 2007 los llamados "planes trabajar" se promovió el Plan "Argentina Trabaja" donde se formaban cooperativas con desocupados, a los que se capacitaba en distintas habilidades laborales, al mismo tiempo que se los capacitaba para dirigir y administrar esos emprendimientos cooperativos.
Construcción de viviendas, tendido de redes de agua y cloacas, limpieza y conservacion de arroyos y desagües, trajeron una sorpresa; las obras publicas confiadas a Cooperativas de "Argentina Trabaja" tenían para el Estado un ahorro de un 10% y mas, en el costo de la obra.
Este crecimiento del Cooperativismo de Trabajo era mirado con recelo por el aburguesado Cooperativismo tradicional, ya olvidado de sus orígenes de necesidades y luchas contra los monopolios. Tambien era mirado con recelo por los "vividores del cooperativismo", contadores, abogados, licenciados, que se autoconsideraban depositarios del conocimiento y la doctrina, que administraban previo pago de honorarios. No todos, pero unos cuantos....
Así el Cooperativismo Tradicional militó con entusiasmo el "cambio" que finalmente vino el 2015.
Hoy los vemos quejarse amargamente de ser ignorados por aquellos que siempre los ignoraron. Los tarifazos en un primer momento los entusiasmaron, ya que aparentaban ser una herramienta para recomponer el capital de las Cooperativas de Servicios Publicos, sin reparar que no existen cooperativas ricas con socios pobres. Pasado ese primer entusiasmo hoy se enfrentan a la dura realidad.
ConInAgro, "descubre" que las economías regionales están en quiebra, y que la integración vertical de las grandes exportadoras con los pool de siembra mas la devaluación están terminando con los pocos chacareros que subsisten, chacareros que fueron el fundamento y razón de ser del Cooperativismo Agrario.
Yo creo que el Cooperativismo Argentino, debe definir que modelo de país quiere (o queremos los cooperativistas). Autoridad tenemos. Aunque el Gobierno no acuse recibo de que el máximo organismo del Cooperativismo mundial, la ACI sea presidida por un Argentino, que no es poca cosa.
De los laberintos se sale por arriba....
Antonio (el Mayolero)